Podemos reclamar las lesiones del siniestro, tanto las derivadas directamente del siniestro como aquellas secuelas que perduran una vez se ha conseguido la estabilización del siniestro.

Para ello lo más importante es rodearte de profesionales especializados ya que por cada día de recuperación, dependiendo de la entidad de las lesiones corresponderá una cuantía diaria u otra atendiendo al baremo de tráfico.

De igual forma para con el cálculo de las lesiones, que dependiendo de la entidad de las mismas y de la edad del lesionado le corresponderá una u otra indemnización.

También se pueden reclamar los daños materiales.

Aquellos derivados directamente del siniestro como pueden ser los daños sufridos en el vehículo, en las prendas, así como los gastos materiales derivados directamente del siniestro como gastos de medicamentos, desplazamientos…

La compañía aseguradora tiene la obligación de presentar una oferta motivada de indemnización en el plazo máximo de tres meses desde la recepción de la reclamación.

Pasa en muchas ocasiones que las ofertas ofrecidas por la compañía de seguros son muy inferiores a las que por ley corresponden.

Y esto entra en especial conexión con la libertad de acción que tiene el asegurado para designar un letrado particular sin que esto le suponga un coste adicional.

Generalmente la póliza del seguro tiene cubierta la defensa jurídica y permite contratar los servicios de abogados externos a la compañía de seguros pero siendo la propia compañía la que cubra los honorarios. Es decir, que se puede optar por elegir un abogado independiente de la compañía y que los honorarios de este queden cubiertos por la propia póliza de la compañía de seguros.